"Una ecoaldea es un asentamiento humano, concebido a escala humana, que incluye todos los aspectos importantes para la vida, integrándolos respetuosamente en el entorno natural, que apoya formas saludables de desarrollo y que puede persistir indefinidamente". Robert Gilman
La Red Ibérica de Ecoaldeas aporta algo más a esta definición: la ecoaldea es un proyecto de vida, surge de un nexo común entre todos los participantes y en la que se crea una estructura comunitaria dinámica.
Como vemos no es sólo un lugar dónde vivir, es un espacio dónde convivir, con las personas y con la Naturaleza, dónde compartir y aprender; es una estructura holística, es decir que integra todos los aspectos de nuestra vida: salud, cultura, tecnología, espiritualidad, sociedad, etc.
Se trata de vivir en consonancia con el medio natural causando el menor impacto posible, intentando que las construcciones se realicen con materiales y diseños ecológicos, usar energías renovables, minimizar la necesidad de transporte motorizado, etc., es realizar las actividades humanas de manera no dañina, la simplicidad es lo que nos llevará a la sustentabilidad.
Claro está que las ecoaldeas tienen sus limitaciones (y de hecho, varias de ellas se quedan en el camino), pero la principal es nuestra barrera mental y es que romper con los patrones de conducta que hemos repetido desde niños es difícil. Por ejemplo, la estructura política se basa en la horizontalidad, mientras en nuestra sociedad está conformada por estructuras jerárquicas y pasar horas debatiendo con la participación de todos nos suele parecer una pérdida de tiempo en lugar de algo enriquecedor.
Cada comunidad construye su propio sistema económico, no todas tienen una economía totalmente colectiva, pero sí priorizan la seguridad económica global al interés individual. Van creando alternativas al capitalismo, sin explotar ni a las personas ni al medio ambiente.
No es fácil construir en plural, y nos queda mucho por andar pero ahí está lo bonito, el reto, aprender a convivir con la diversidad, y sentirnos parte de la Tierra. Suena utópico pero ya es una realidad.
Gracias a Ulises por tanta sabiduría compartida.
Por Lucía Zuloaga de Universo Vivo.
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